Una de las cosas que más me gustan de Andorra es que hay muchos perros.
Quiero decir, mucha gente tiene perro.
Y una de las cosas que más me gusta hacer es salir a andar con colegas emprendedores y sus perros.
Qué quieres, soy hombre de básicas costumbres.
Total, que ayer por la mañana salimos con otros emprendedores y sus perros a patear los montes otoñales de Andorra.
Lunes, 11:40h. Tan tranquilos.
Y pensé: eso sí es libertad, ¿no crees?
Ok, ¿y tú?
Quiero decir, ¿qué estabas haciendo tú?
A ver, no te conozco de nada y no puedo asegurarlo al 100%, pero…
A juzgar por el perfil de muchos de los más, bastantes más de 11.000 emprendedores que vivimos en esta bonita comunidad…
Lo mismo a esa hora ya llevabas 3 sesiones 1 a 1, un logo a medio hacer y un cliente que te ha vuelto a escribir por wasap.
A las 7:13 de la mañana.
Con audio.
Y tú vas y le respondes.
Porque claro, “hay que cuidar a los clientes”.
Porque claro, “si no les contesto yo, se van”.
Porque claro, “este mes no voy sobrado... y no me puedo permitir perder a nadie”.
Ok, pero dime una cosa:
¿Tú no dejaste tu curro para tener libertad?
¿Para vivir sin jefes?
¿Para hacer las cosas a tu ritmo, sin que nadie te tocase los cojones?
Pues lo que tienes ahora se parece más a un empleo mal pagado que a un negocio.
Y lo sabes.
En todo caso, la buena noticia es que de ahí se sale.
100% que se sale.
Pero no a base de redes sociales, clientes tóxicos o seguir cambiando horas por euros.
De ahí se sale con un sistema que te da ingresos cada mes sin tener que ir mendigando clientes cada semana.
Uno que funcione mientras paseas al perro.
Mientras te haces un café.
O mientras ves la serie esa que siempre te duermes en el minuto 12.
Ese sistema, en mi caso (y en el de muchos), se llama membresía.
Y hoy puedes empezar a construir la tuya:
MEMBRESÍAS SALVAJEMENTE LIBRES — 120€
(hasta el viernes 10 a las 23:59h, que sube a 130€)
PD: Arriba toda la información.