Esto es lo que va a pasar esta noche:
O tomas dirección, o repites vida.
Vas a estar sentado en la mesa, intentando comerte un langostino sin mancharte la camisa, mientras tu cuñado suelta su monólogo anual sobre “cómo él montaría un negocio si tuviera tiempo”, la abuela se pasa de vino blanco y tu padre saca el tema de la política otra vez.
Y tú, ahí, aguantando el tipo…
Pero por dentro pensando en lo mismo de siempre:
“Tengo que poner orden en lo mío ya.”
Porque estas fechas tienen ese efecto raro:
Mucho ruido fuera… y muchísima lucidez dentro.
Mientras tu tía pregunta por enésima vez si sigues “con lo del ordenador”, tú sabes que no quieres otro año igual.
Otro año de improvisar.
Otro año de tener ideas y no llevar ninguna a tierra.
Otro año de decir “en enero sí” para luego tragarte febrero sin haber movido un dedo.
La Nochebuena tiene ese momento, ese silencio entre chiste y chiste me refiero, en el que te cae encima la verdad:
O tomas dirección, o repites vida.
Y mira, no te lo digo para agobiarte.
Te lo digo porque esta noche, la escena familiar… te lo va a recordar igual.
Y luego está lo otro:
El domingo 28 a las 23:59 cierro acceso a la Mentoría.
Y cuándo digo que lo cierro es que lo cierro.
Sin prórroga.
Sin bonus.
Sin “ya avisaré”.
Los que entremos, trabajaremos juntos en 2026.
Los que no, pues seguirán comiendo turrón con la misma frustración de cada año.
Así que no lo alargamos más.
Si sabes que esto es para ti, aquí está:
(cierro el domingo 28 a las 23:59h)
PD: Esta noche te vas a acordar de este email.
En cuanto tu cuñado empiece a teorizar sobre emprender sin haber montado un negocio en su puta vida… te prometo que te va a venir a la cabeza.
Ahí ya decides tú.

