La diferencia entre una vida libre y una mediocre.
Hay algo que pasa cuando te acercas a cierta gente.
No sé si te has fijado…
Pero hay algo que pasa cuando te acercas a cierta gente.
Me refiero a gente que no se queja.
Que no se inventa excusas.
Que se levanta y hace lo que tiene que hacer en todos los ámbitos de la vida.
Gente que monta negocios libres que financian la vida que han elegido.
Gente que genera pasta, que la invierte y que la hace crecer.
Gente que se cuida, que quiere poder levantar a sus nietos cuándo sea que los tenga.
Gente que trabaja sus relaciones como oro en paño porque entiende que eso marca la diferencia entre una vida libre y una mediocre.
Y no porque sean superhumanos, ojo.
Nada de eso.
Sino porque viven con esa intención.
Y cuando te acercas a ellos, algo se te contagia.
Piensas mejor.
Decides mejor.
Te enfocas en lo que importa.
No es gente que te diga lo que tienes que hacer, ni que te venda fórmulas secretas en siete pasos.
Solo están ahí, viviendo a su manera.
Y eso, sin querer, se contagia.
Te das cuenta de que tu vida cambia.
Y no porque hagas más cosas, sino porque estás rodeado de la gente correcta.
Y claro que tu negocio mejora.
Y claro que generas más dinero.
Y claro que te sienes mejor.
Y claro que tienes mejores relaciones.
Aquí en Andorra lo he visto claro, de verdad.
Que no hay nada más potente que eso:
Estar cerca de quienes te elevan.
El 3 de noviembre vas a poder hacerlo.

