Mi mujer también está dentro.
Hay algo que pasa cuando te rodeas de cierta gente.
Hay algo que pasa cuando te rodeas de cierta gente.
Y no me refiero a gente “exitosa”.
Me refiero a gente que vive bien.
Gente que tiene negocios que funcionan, sí, pero que ya no va con las putas prisas.
Que a las doce apagan el ordenador y se van a entrenar, o a caminar por el monte. Aquí en Andorra lo veo cada día: somos muchos los que vivimos así.
Que cocinan, duermen bien y se levantan con calma.
Que no necesitan demostrar que están a tope, ni decir cada dos por tres que no les da la vida.
Y cuando estás cerca de ellos, algo cambia. Empiezas a moverte distinto.
Dejas de comer cualquier mierda delante del ordenador.
Te vuelven las ganas de entrenar.
Te tomas las cosas con más pausa. Empiezas a respirar distinto. Y, sin darte cuenta, te notas viviendo mejor.
No porque nadie te haya dado una charla motivacional. Es porque eso se pega. Esa forma de estar en el mundo… se pega.
Y, de repente, te das cuenta de que tu cabeza va más clara. Tu cuerpo te acompaña. Tu energía vuelve. Y tu negocio… también va mejor.
Eso pasa cuando estás en el entorno adecuado.
Cuando compartes espacio con gente que vive como tú quieres vivir.
Cuando te juntas con personas que entienden el valor de tener un cuerpo que responde, una mente tranquila y una vida que se siente bien.
Una de esas personas es Marta, mi mujer. Ella lleva años ayudando a la gente a cuidarse, y también está dentro de la Tribu.
Y créeme, un par de charlas con ella y te cambia el cuerpo, la cabeza… todo.
Eso es lo que pasa dentro de Tribu Libre.
Ya puedes entrar.
Entrar a Tribu Libre — 20 €/mes
Somos esa Tribu.

