Si lees esto tienes todo lo que necesitas.
Ojo, que te cuento algo que lo mismo te suena.
Ojo, que te cuento algo que lo mismo te suena.
Ayer me escribió un tío que me dice que está en tres cursos a la vez.
Tres.
Y añade:
“Estoy saturado. No me da la vida. Pero siento que si paro, me quedo atrás.”
Y ahí lo tienes.
El puto resumen de lo que le pasa a la mayoría.
¿Atrás de qué?
O sea, van de vídeo en vídeo, de curso en curso, de gurú en gurú… y cada semana están más liados. Más info, más ruido, más lío.
Y claro, llega un momento en el que ya no sabes ni qué narices estás haciendo.
Hostia, piensa esto.
Solo sabes que haces cosas.
Pero avanzar, lo que se dice avanzar… poco.
Y siento ser yo quién te lo diga, pero no es falta de ganas.
Es exceso de ruido.
Y el ruido te deja sordo.
Y ojo, no hablo de oídos. Hablo de dentro.
Porque claro, cuando llevas tanto tiempo escuchando mil voces, te olvidas de la tuya.
Y mira, lo que más me jode es que mucha de esa gente que me escribe cada semana ya tiene todo lo que necesita.
Total. Todo.
Solo les falta algo que no se vende en ninguna plataforma de marketeros ni en ningún netflix del emprendimiento.
Silencio, claridad y dirección.
Eso, y alguien que les diga
“Para. Esto no. Tira por aquí.”
Y justo para eso el lunes 1 abro acceso a la Mentoría en formato anual.
Un año entero sin postureo, sin ruido, sin cien cursos abiertos en pestañas del Chrome que no sirven absolutamente para nada más que para entretenerte.
Pero para lanzar y escalar tu Negocio Libre, para eso no sirven.
En vez de eso te ofrezco un año currando con cabeza.
Con dirección real.
Y conmigo al otro lado.
Un año que pagado mes a mes serían 1.200 pavos.
Pero el 1 te diré cómo pagar menos.
Bastante menos.
Así que si ahora mismo tienes veinte pestañas abiertas en el navegador, casi seguro que lo del lunes es para ti.
El lunes te enseño a cerrarlas… y abrir solo una.
La tuya.

