Hay algo más triste que ver a un emprendedor brillante fracasar:
Verlo disolverse en ocho ideas de mierda a medio hacer…
creyendo que “está en ello”.
Te lo juro.
Y lo peor no es que no elija una.
Lo peor es que encima se cree libre.
“No, es que tengo varias opciones abiertas, Jordi.”
Opciones, dice.
Lo que tienes es miedo, cabronazo.
Miedo a elegir una, que sea la equivocada y que el resto te señale en Instagram.
Y en lo que no es Instagram.
Afortunadamente, todavía hay esperanza:
“Me encantó el enfoque de NSL (el nombre es genial!). El primer día que mencionaste el proyecto de la Mentoría salté de alegría. Me gusta que vas al grano, sin florituras, con estructura, foco y hablando claro. Mi negocio todavía es un hobbie caro, pero me he visto reflejada en las situaciones que describes y en el tipo de negocio que quiero (y en el que no quiero). Me convenció definitivamente que tú estás al otro lado por si nos perdemos para darnos tu opinión experta o tu "toque" para decirnos por aquí no es. No tiene precio. No necesitaba más de lo mismo y esto es distinto :)”
Eso es lo que me escribió el otro día Mª del Mar (@mribe.coach).
Y eso es exactamente lo que pasa aquí dentro.
Es lo que pasa cuando dejas de pensar solo y empiezas a decidir acompañado.
Nada de más ideas.
Nada de más vídeos de YouTube.
Nada de más formaciones que te hablan como si fueras idiota.
Aquí vienes, eliges, y ejecutas.
Insisto: venir, elegir y ejecutar.
Con lo que tienes.
Con quien eres.
Y con la vida que ya vives.
Por eso, la lección de esta semana de la Mentoría (que todos mis alumnos recibirán este sábado por la mañana en su Área Privada), es tan jodidamente transformadora.
Porque elegirán su foco para los siguientes meses:
El que tiene sentido.
El que puedes sostener.
El que, si lo empujas tres meses, te cambia el puto año.
Me refiero a que mis alumnos, terminarán de desayunar su café y sus tostadas, su porridge de avena o sus huevos revueltos con jamón, y ya sabrán lo que tienen que hacer a lo largo de los siguientes tres putos meses.
O sea, que este sábado, mientras tú dudas entre café o té…
mis alumnos ya sabrán qué cojones tienen que empujar los próximos tres meses.
Solo acción con dirección.
Solo eso.
Todo eso.
Y sí, en algunos casos dolerá.
Porque elegir una es matar diez.
Pero esa es la diferencia entre avanzar o seguir entretenido.
Y en la Mentoría no venimos a perder el tiempo.
Venimos a empujar y a decidir.
Y si estás en ese momento, donde continuar posponiendo lo evidente ya te da hasta vergüenza, haz esto que te digo:
Entra a la Mentoría antes del viernes a las 23:59 y el sábado tú también sabrás qué hacer a lo largo de los siguientes tres putos meses:
MENTORÍA DE NEGOCIOS LIBRES — 75€/mes
PD: La Mentoría de Negocios Libres no es más contenido.
Es acompañamiento, foco y dirección conmigo al otro lado.
Sobre todo conmigo al otro lado.
Que no lo digo yo, lo dice Mª del Mar, hazle caso: